Tim Zimmermann & Ingrid Visser

Portada de la página web Tim Zimmermann

Conocí a Tim Zimmermann hace dos años. Un amigo me avisaba de que venía junto con Ingrid Viesser, una naturalista defensora de las orcas que hace poco realizó el documental de la BBC "The Woman Who Swims with Killer Whales", y la verdad es que me emocioné bastante. Tim es perdiodista y escritor de Washington DC, trabaja para la revista Outside y US News and World Report y es autor de The Race. Pero de todo ello, con lo que sin duda me quedo es con su blog, un verdadero referente para cualquier mente curiosa y ávida de información siempre bajo un punto de vista...distinto.

Por aquel entonces yo estaba metido con el tema de Morgan, una orca que había sido rescatada del mar del Norte y que pensaban trasladar al Loro Parque, y que de hecho fue eso precisamente lo que ocurrió.

El contacto entre estos dos monstruos y yo se había producido a través de Suzanne Alle, antigua trabajadora en Loro Parque mientras yo trabajé ahí y la que después llegaría a convertirse en gran defensora de los derechos de los animales, y en concreto de los cetáceos en cautiverio. Como es de suponer, nos hicimos amigos y empezamos a trabajar juntos en varios proyectos, uno de ellos, por el caso Morgan. 

Después de pasarnos la tarde hablando de todo tipo de temática, pero sobre todo del caso Morgan y el cautiverio de cetáceos en general, Tim me pidió que le tradujera al español uno de sus trabajos más relevantes de su carrera; Sangre en el agua, algo que me podría traer problemas por ser un tema casi tabú en Tenerife; el Loro Parque. Por supuesto le dije que sí, aunque no sabía si ello conllevaría repercusiones negativas no iba a dejar escapar esta oportunidad. 

Lo que más me impresionó de estas dos personas, era la capacidad que tenían de seguir adelante; no había nada que los parara, no había miedo en sus ojos, solo esperanza por hacer algo mejor que ellos mismos. La energía que desprendían hizo que algo dentro de mí pensara que no todo está perdido, que realmente se debe seguir luchando. 

Y esa tarde, la cerveza que me tomé con ellos, me supo realmente exquisita.